O MI IESU
Al final de cada misterio del Santo Rosario, después del Gloria Patri, dígase:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
En latín:
O mi Iesu, peccata nostra dimitte nobis, ab igne inferni defende nos; perduc in coelum ómnium ánimas, eorum imprímis qui máxime misericordia Tua índigent.
No hay comentarios:
Publicar un comentario